martes, 22 de febrero de 2011

El valor de un voto

El valor de un voto


Para todos aquellos que superamos ampliamente la cincuentena sabemos cual es el valor de un voto. Durante mucho tiempo en este país sus ciudadanos, súbditos sumisos en aquella época, no se nos permitía elegir mediante sufragio a los gestores públicos, era la clásica forma de las clásicas dictaduras.

Creo que todo esto para muchos españoles era un acicate y una vez recuperada la “democracia” acudiéramos masivamente a las urnas para elegir a los políticos que nos representarían en las instituciones. A pesar de que la transición no devolvió al pueblo español su legítima forma de gobierno, la nueva democracia era del mal… el menos, continuábamos siendo súbditos pero no nos importaba.

Elección tras elección nuestro derecho constitucional del voto se fue haciendo rutinario; la ley electoral primaba a los partidos con más representación estatal en contra de otras opciones menos nacionales o menos numerosas. Era el poder de la mayoría y el desprecio a la minoría. El desgaste de este sistema también venia dado por el grado de corrupción de la clase política sin distinción de colores, hasta que llegó el momento que aquellos “ciudadanos” fieles a su compromiso con las urnas se cuestionó el cumplir con su derecho y dudaban votar ó no votar.

En los últimos tiempos en ocasiones me he cuestionado votar o no, al final y hasta ahora, ganó mi corazón a pesar de la gran decepción sufrida por parte de aquellos que un día creía eran personas éticas, que trabajaban por el bienestar social y contra las desigualdades de todo tipo.

No sé que haré en las cercanas municipales, mi voto, nuestro voto, es muy importante, tiene mucho valor, muchas personas perdieron su vida para que nosotros podamos disfrutar hoy de este incuestionable derecho.

Pienso que todos los partidos políticos tendrían que dejar de lado sus intereses personales y económicos, para regenerarse a fondo. Límpiese los partidos de corruptos y créese una ley dura para aquellos partidos que para su financiación acepten prebendas.

Sé bien que esto no será así, algunos de estos presuntos –para por si acaso- vagos jamás trabajaron en el sector privado, vamos que les quitan el coche oficial y se mueren.