lunes, 2 de mayo de 2011

Osama Bin Laden

El terrorista más peligroso ha muerto a manos de un grupo de la inteligencia de los EEUU. El mundo, prácticamente todo el mundo, se ha alegrado de la noticia, muy especialmente los ciudadanos de los Estados Unidos. Algunos piensan que lo mejor hubiera sido apresarle con vida y entregarle a los jueces en algún estado donde la pena de muerte continuara efectiva.

Parece que son cuatro los años que la inteligencia de Estados Unidos le seguían los casos muy de cerca; seguramente en estos años y gracias a la información obtenida se habrán abortado algunos ataques terroristas.

Muy cerca Islamabad, la capital de Pakistan tenía el terrorista su guarida, su cuartel general. Desde allí ponía en practica su estrategia de muerte. Con su muerte su macabra organización quedara algo tocada… tocada no quiere decir hundida.

Al Quaeda continua viva, únicamente han descabezado una de las cabezas del dragón, pero el Islamismo violento no acabará incluso hipotéticamente acabando con Al Quaeda. La violencia y el odio contra “el infiel” continuarán en los países Islámicos mientras duren las discriminaciones sociales en estos países. La solución no es imponer una sociedad como la existente en occidente, creo que cada país, cada pueblo, tiene que ser respetado en sus creencias, en su cultura. Hace poco tiempo en la vieja Europa existía la pena de muerte, no hace tantos siglos la Santa Inquisición producía miles de crímenes con la magnanimidad de la Santa madre Iglesia. Ha sido cuestión de tiempo y de años de lucha social.

Ojala, todo esto sea el principio del fin, y la sociedad oprimida por Jeques y caciques religiosos sean expulsados de sus países.

Inshala...... que diría un creyente